Las vacaciones se acercan y es importante saber que una de las principales causas de accidentes de tránsito es el hecho de manejar cansados.
La fatiga es un estado psicofísico que puede afectar al adecuado desempeño del conductor, por eso es importante estar alerta a los síntomas que evidencian este estado y las consecuencias que trae.
El nivel de cansancio se incrementa en forma progresiva y, debido a eso, el conductor no siempre lo advierte en forma consciente. Las situaciones que suelen demostrar este estado son:
- Dificultad para concentrarse.
- Visión borrosa y picazón de ojos.
- Parpadeo constante.
- Calambres musculares o dolores de espalda.
- Necesidad de moverse en el asiento.
- Zumbido de oídos.
- Somnolencia
- Resequedad en la boca o deshidratación.
- Reacción lenta o insegura.
- Dificultad para recordar los últimos kilómetros recorridos.
Conducir cansados es muy peligroso ya que implica la posibilidad de quedarse dormido en el volante, tener un estado de somnolencia y, en consecuencia, sufrir un accidente. El cansancio produce:
- Reducción en el tiempo de reacción física y mental
- Reducción en la atención, por lo cual no se ve lo que pasa en el camino y se puede incurrir en la falta de atención a señales importantes.
- Disminución del juicio y la visión
- Alteración del humor y la posibilidad de que aparezcan conductas agresivas.
Por ello, antes de emprender el viaje es necesario tener en cuenta algunas recomendaciones par evitar manejar cansados:
El conductor debe dormir entre 7 y 9 horas.
En el caso de emprender un viaje largo, se recomienda organizar las paradas para descansar cada 2 horas aproximadamente.
En caso de tomar medicamentos chequear que los mismos no produzcan somnolencia.
No conducir en horarios donde normalmente se estaría dormido.